¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, tú que ejerces tu particular protección en la hora de la homicidio para con los que devotamente visten tu santo escapulario, a fin de que logren por medio de la verdadera penitencia salir de esta vida en Chispa de Alá y librarse de las penas del infierno.Este fervor popular refleja la profunda conexió